Dominga Navarro presentó una demanda por acoso sexual y otras causas de acción contra su antiguo empleador en virtud de la Ley de Empleo y Vivienda Justa de California (“FEHA”). El jurado falló a favor de Navarro y le otorgó daños compensatorios y punitivos. El demandado apeló, sosteniendo (1) el tribunal de primera instancia se equivocó al admitir evidencia de daños por angustia emocional pasada porque Navarro estipuló renunciar a sus reclamos por todos los daños por angustia emocional; (2) el tribunal de primera instancia abusó de su discreción al excluir evidencia de la conducta sexual de Navarro con empleados que no acosaban; (3) no hay pruebas sustanciales que respalden la conclusión de que su supervisor participó en acoso sexual; y (4) no existe evidencia sustancial que respalde la imposición de daños punitivos. El Tribunal de Apelación confirmó la sentencia en su totalidad.